La tensión en torno a una decisión judicial sobre la concesión de los principales puertos del Canal de Panamá ha encendido las alarmas en el sector logístico. Un fallo adverso podría paralizar el tránsito interoceánico y desatar una crisis en el comercio marítimo mundial.
Un fallo que podría alterar el eje del comercio global
El caso, actualmente en manos de la Corte Suprema de Justicia de Panamá, cuestiona la validez del contrato de concesión de las terminales que operan en ambos extremos del Canal. Estas instalaciones mueven más de 4 millones de TEUs anuales y conectan con más de 60 rutas internacionales.
Según la Organización Mundial de Ciudades y Plataformas Logísticas (OMCPL), una suspensión operativa generaría una “disrupción sin precedentes” en las cadenas de suministro, afectando el flujo de mercancías entre Asia, Europa y América. Los tiempos de tránsito se alargarían, los costos aumentarían y la estabilidad del comercio marítimo mundial podría resentirse.
Los sectores más vulnerables serían los de alta dependencia logística —como la electrónica, la automotriz, la farmacéutica y la energética—, cuyos modelos productivos requieren un flujo constante entre continentes.
México emerge como alternativa terrestre
Mientras Panamá enfrenta esta incertidumbre, México avanza con su Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, una ruta ferroviaria de 188 millas que busca conectar el Pacífico con el Atlántico. Este proyecto, respaldado por más de 8 mil millones de dólares en inversión pública y privada, pretende captar una parte del tráfico que hoy depende del canal.
Durante los periodos de sequía entre 2022 y 2024, el Canal de Panamá debió restringir tránsitos y aumentar tarifas, impulsando a las navieras a buscar rutas alternativas. Aunque el corredor mexicano sólo podría manejar alrededor del 5% de la carga del canal, representa una opción estratégica para diversificar el tránsito interoceánico y mitigar los riesgos para el comercio marítimo mundial.
Geopolítica, clima y economía: una tormenta perfecta
El conflicto judicial panameño se desarrolla en un contexto global de competencia por infraestructuras críticas. A inicios de 2025, un fondo estadounidense y una gran naviera internacional adquirieron activos portuarios clave en Panamá, operación que podría quedar sin efecto si la justicia invalida la concesión.
A esto se suma la amenaza climática. Las sequías recientes redujeron hasta un 29% los tránsitos en el canal durante 2024, afectando especialmente al transporte de gas natural licuado. Aunque la recuperación fiscal de 2025 mostró un repunte, la dependencia del recurso hídrico continúa siendo un riesgo estructural.
En este escenario, Panamá —tradicionalmente un “hub de hubs” logístico— enfrenta presiones judiciales, ambientales y geopolíticas que podrían redefinir su papel en el comercio marítimo mundial.
El futuro del Canal de Panamá no solo se decidirá en los tribunales, sino en la capacidad del país para mantener la estabilidad de su infraestructura estratégica. Si la concesión portuaria se suspende, el impacto sobre el comercio marítimo mundial sería inmediato, con costos logísticos al alza y una red global en busca de nuevas rutas.
La lección es clara: la eficiencia logística global depende tanto de la tecnología y la infraestructura como de la solidez institucional que las sostiene.
Quizás te puede interesar: Canal de Panamá en tensión: Estados Unidos desafía la soberanía panameña
Referencias
Infobae. (2025, 24 octubre). Advierten que una decisión judicial en Panamá podría paralizar el tránsito marítimo interoceánico. Infobae. https://www.infobae.com/movant/2025/10/23/advierten-que-una-decision-judicial-en-panama-podria-paralizar-el-transito-maritimo-interoceanico-2/
Snow, J. (2025, 27 octubre). El Canal de Panamá tiene problemas más grandes que Trump. Quartz. https://es.qz.com/panama-canal-competencia-naviera-trump


