La piratería marítima, muy lejos de ser un problema aislado como algunos piensan, se ha convertido en un mal que, por desgracia, se ha expandido hacia muchas partes del planeta en las últimas décadas, no sólo ocasionando daños en las costas de Somalia, sino también en otras rutas como las de Nigeria e Indonesia. En estos lugares, las empresas transportistas han debido cuadriplicar sus medidas de seguridad a fin de preservar la integridad de la mercancía en tránsito y la de sus colaboradores.
Un claro ejemplo de cómo este tipo de piratería ha crecido de manera descomunal es el Golfo de Guinea, que ya ha sustituido a Somalia como una de las rutas marítimas más peligrosas para los barcos pertenecientes a las grandes empresas transportistas. Lo que es peor, cualquier otro tipo de navegante podría servir incluso como herramienta para justificar rescates económicos tras un secuestro.
La piratería marítima y sus diferentes alcances
La piratería marítima es prácticamente el acto que se basa en la violencia para detener y saquear los bienes materiales de las embarcaciones que cursan una determinada ruta que, por lo general, no se encuentra en jurisdicción de ningún Estado. Estas acciones ilegales pueden suponer secuestros y, en otros casos, hasta la eliminación del personal a bordo de considerarse necesario por parte de los piratas que cometen el acto.
Los diferentes alcances o fases de la piratería en rutas marítimas constan de:
- Abordaje ilegal de los piratas dentro de la embarcación sin ningún consentimiento.
- Secuestro del capitán o todo el personal del barco, ya sea para una recalada en algún puerto cercano con fines de solicitar rescate y, a su vez, apoderarse de los bienes en tránsito.
- Accionar sus armas de fuego con el fin de causar caos en la tripulación, disminuir la velocidad del barco y posteriormente tener acceso al mismo.
- Por último, y en el mejor de los casos, los piratas fallan en su intento de abordar el barco ilegalmente gracias a las medidas de seguridad empleadas en el barco en cuestión.
Tan solo entre los meses de Enero y Septiembre del 2020, se reportaron unos 132 incidentes de piratería a nivel mundial, lo que se tradujo en un aumento del 11% con respecto al 2019. Esto es altamente preocupante tomando en cuenta que dicho lapso de tiempo coincide con la pandemia, tiempo en el que la logística tuvo una reducción momentánea.
Sus implicaciones en el comercio internacional y la necesidad de buenos seguros de carga
Las pérdidas económicas producto de la piratería marítima son sin duda uno de los problemas que lamentablemente continúa reinando en la logística y que por consiguiente sigue afectando gravemente al comercio internacional, ya que cerca del 90% de este recae sobre el transporte llevado a cabo mediante rutas como las del Mar Rojo, el cual se encuentra actualmente restringido debido al conflicto entre Israel y Palestina.
Este conjunto de situaciones y el elevado riesgo que supone navegar por aguas amenazadas por los piratas crea una serie de inconvenientes como tiempos de entrega más lentos debido a las rutas alternativas que las empresas transportistas deben elegir, los costes operativos mucho mayores relacionados a la energía usada para tales trayectos y las medidas de seguridad pertinentes.
Por último, la pérdida de la mercancía o la integridad de las personas que van a bordo de los barcos saqueados fruto de la piratería marítima son tan solo algunas de las implicaciones que puede tener en el comercio. Sin embargo, la contratación de seguros de carga ha sido una herramienta excelente para disminuir los daños y mantener la seguridad de las empresas que, frente a todo peligro, siguen brindando lo mejor de sí para cumplir con los plazos de entrega y mantener la industria logística a flote.
Fuentes:
Análisis de la piratería marítima global. Web Picking
¿Cómo la piratería afecta tus movimientos de carga?. Skholl
¿Cómo afecta la piratería al sector del transporte marítimo?. Prosertek
