Los fletes marítimos han registrado una caída histórica, sorprendiendo al mercado global pese a la crisis en el Mar Rojo y los desvíos por África. La situación genera alivio para importadores y exportadores, pero también presiona a las navieras, que enfrentan sobrecapacidad y márgenes estrechos.
Un desplome inesperado en los fletes marítimos
El índice Drewry World Container Index (WCI) reportó una baja del 8% esta semana, ubicando el precio de un contenedor de 40 pies en USD 1.761. En rutas clave, la caída fue aún mayor: Shanghái–Los Ángeles retrocedió 10% y Shanghái–Nueva York 8%. Hacia Europa, los fletes entre Shanghái y Róterdam bajaron 9%, mientras que a Génova disminuyeron 7%.
Bloomberg confirmó cifras similares: los envíos desde China a Europa tocaron USD 1.735, el nivel más bajo desde el inicio de los desvíos por el Mar Rojo.
Factores detrás de la caída
Varios elementos explican por qué los fletes marítimos siguen bajando:
- Reducción de tránsito por el Canal de Suez: los ataques en el Mar Rojo provocaron desvíos masivos hacia África.
- Ajustes de capacidad: las navieras aplicaron cancelaciones de rutas, pero la demanda débil mantiene la sobreoferta.
- Efecto de saturación: la oferta adicional de espacio ahora presiona los precios a la baja.
- Erosión acumulativa: el WCI ya acumula más de diez semanas consecutivas de descensos.
El informe más reciente de la UNCTAD advierte que el transporte marítimo atraviesa una etapa de alta volatilidad. En 2024, la distancia promedio por tonelada transportada subió a 5.245 millas frente a 4.831 en 2018, reflejando la disrupción logística.
La nueva alternativa: corredor ártico
En medio de la caída de los fletes marítimos, surge un corredor que podría transformar la logística: la Ruta Marítima del Norte (NSR). El puerto de Ningbo-Zhoushan inauguró una conexión hacia Europa a través del Ártico que reduce el tránsito a solo 18 días, frente a los 40 de Suez y los más de 50 del Cabo de Buena Esperanza.
El primer buque ya navega hacia el Reino Unido con escalas en Países Bajos, Alemania y Polonia. Aunque las tarifas de este corredor son más altas que las rutas convencionales, resultan competitivas frente al tren China–Europa y ofrecen ventajas para cargas urgentes y de alto valor.
Sin embargo, la capacidad de transporte es menor, y las limitaciones técnicas y climáticas aún restringen su uso masivo. Por ahora, la NSR se perfila como una opción complementaria más que un reemplazo de Suez.
Oportunidades y riesgos para la logística
La caída de los fletes marítimos puede aliviar costos para exportadores e importadores, pero presiona los márgenes de las navieras. Esto abre la puerta a consolidaciones y políticas más estrictas de control de capacidad.
Si los riesgos en el Mar Rojo se reducen y las rutas alternativas se estabilizan, es posible que los precios se acerquen a niveles pre pandemia. Al mismo tiempo, corredores emergentes como el Ártico redefinirán la velocidad y los costos en el comercio internacional.
En este escenario, los actores logísticos deben evaluar si el desplome de los fletes marítimos representa una oportunidad inmediata de ahorro o un riesgo por la fragilidad del sector.
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Referencias
Infobae. (2025, 25 septiembre). Nueva ruta ártica reduce a 18 días la conexión marítima entre China y Europa. Infobae. https://www.infobae.com/movant/2025/09/24/nueva-ruta-artica-reduce-a-18-dias-la-conexion-maritima-entre-china-y-europa/
Jcanon. (2025, 26 septiembre). ¿Las vueltas ya no dejan? Fletes marítimos caen tras desvíos por el Cabo de Buena Esperanza. MasContainer. https://mascontainer.com/las-vueltas-ya-no-dejan-fletes-maritimos-caen-tras-desvios-por-el-cabo-de-buena-esperanza/